
La Calle Carrera de San Jeronimo es una de esas calles que a鷑 conserva el sabor a馿jo y castizo de otros siglos, se encuentra rodeada de los tradicionales comercios que se dedican desde la venta de peinetas hasta la archiconocidas "violetas" de caramelo.



Es interesante la fachada del edificio donde se encuentra el restaurante Lhardy uno de los de m醩 solera de la ciudad que conserva ese aire isabelino que lo hizo famoso durante el reinado de Isabel II.
Pasando la Plaza de Canalejas y siguiendo por la carrera de San Jer髇imo llegamos hasta la Plaza de las Cortes.